sábado, 23 de agosto de 2014

Shintaro Kago, el maestro del "funny horror"

Esta entrada va a seguir un esquema un poco atípico. Normalmente cuando hago una reseña de algo pongo primera la ficha técnica y luego me dispongo a hablar de ello.
En este ocasión, al haber leído tres tomos autoconclusivos del autor que poco o nada tienen que ver entre sí, lo haré de una forma distinta.

Las obras que he podido leer de Kago son: Novia ante la estación, Cuaderno de masacres -Los extraños sucesos de Tengai- y Cuaderno de masacres -13 crueles relatos del salvaje Edo-.
Para los que no conocéis a este autor, es considerado uno de los grandes maestros del género "eroguro", que mezcla las perversión más excéntrica con la crueldad más desproporcionada. No imagino qué pasaba por la desquiciada cabeza de Kago para tener tantas formas de mutilar y asesinar gente.

Y a veces, hasta pasatiempos improvisados. Ojo, se pueden resolver.
Dos de los tomos únicos que he leído sí se podría decir que guardan una relación, aunque muy de pasada. Ambos cuadernos de masacres se ambientan en la misma época histórica y hay sutiles referencias entre ellos. Por otro lado, en Novia ante la estación Kago empieza a explorar distintas formas narrativas (algunas de ellas, he de decir, muy confusas), sin dejar de lado nunca lo que se le da bien, el "eroguro".

Sí, son caballos. Sí, sus patas son pelos.
Ahora bien, ¿en qué punto puedes considerar recomendarle a un amigo este tipo de historias? No sólo son para un público adulto, sino también gente que pueda soportar escenas truculentas, a veces incluso asquerosas. Desde luego, las mentes sensibles o fácilmente impresionables desecharán este tipo de obras con facilidad.

En mi caso personal, el primer tomo que cogí me transmitió sensaciones encontradas. Al principio sentía repugnancia, pero luego me hallé a mí mismo empatizando con el curioso humor negro de Kago, sonríendo en ciertos momentos y, en resumen, pasando un buen rato. Siempre hay historias más graciosas para uno que para otros u otras que pueden resultar más trabajadas, pero creo que ninguna deja indiferente, el autor siempre se saca de la manga algún giro extraño, siempre llevando todo al paroxismo más absoluto y desagradable posible.

Shintaro Kago supone, quizá, la lectura más "creepy" que te puedas echar a la cara. Comparado con esto, lo que he leído de Junji Ito parece un juego de niños, aunque ambos autores juegan un poco con lo mismo, siendo este último algo más "light".

Me he quedado con ganas de más tomos de Kago, así que en el futuro cercano volveré a animarme con más de sus tomos autoconclusivos, que habían sido publicados por la extinta EDT.

Recordad, si le echáis un vistazo a estos tomos, que sea bajo vuestra responsabilidad. No a cualquiera le va a gustar y no todos entenderán el extraño sentido del humor de este hombre.

1 comentarios:

Inmaculada Montero Torres sábado, agosto 23, 2014  

Yo sería una de las que no podría leer este tipo de manga. Me da un yuyu y un asco increíble XD

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