Akame Ga Kill, el Imperio contraataca.

Título: Akame Ga Kill!

Episodios: 24

Género: Shonen

Autor: Takahiro

Tatsumi es un chico de pueblo que llega a la gran ciudad con el único fin de alistarse en el ejército y luchar por lo que le importa, su ideal de justicia. Sin embargo, una de las frías noches que debe pasar solo en la ciudad una joven ricachona le acoge en su casa, pero resulta ser una loca perturbada que no le desea ningún bien. Tatsumi será salvado por una misteriosa asociación que se hace llamar "Night Raid", un grupo de asesinos que se quiere revelar contra las injusticias del Imperio.

Cuando en la parrilla de nuevas temporadas de anime encuentras un shonen, cada vez te sientes menos tentado a verlo, dado que la gran mayoría repiten esquemas clásicos y no se molestan ni en aportar algún toque distintivo que anime a verlos.

Sin embargo, hubo algo que me llamó la atención en Akame Ga Kill, y probablemente no fuera su trama, que es algo que ya está muy visto lo de derrocar a un malvado rey, sino que tiene un "algo" indescriptible que me hizo tener cierta fe en este anime.

"¿Que has guardado encima de mi partida?"

Los inicios fueron prometedores, no sólo estábamos ante un shonen estándar sino que parecía haber una trama corrupta detrás con ciertos visos de complejidad. Resulta una pena que no se le diera importancia a esto, ya que hacia la mitad del anime, parece olvidarse todo esto en pos de una simplicidad que le hace un flaco favor a este anime.

Así pues, a partir de ese momento, la serie pasa a ser otro shonen repleto de combates (sin exagerar, cada capítulo es un combate) en el que un posible entramada político queda en segundo plano.

Por suerte, los combates son rápidos, variados y muy amenos, y resulta difícil aburrirse de ellos cuando están bien realizados. 

"¡Enfocadme a los ojos que estoy cabreado!"

Los personajes, a pesar de ser estereotipos, resultan suficientemente interesantes como para no plantar el anime y una de las grandes virtudes que hay que alabar de Akame Ga Kill es que no le tiembla la mano a la hora de matar personajes, aportando un realismo necesario a la serie (estamos en una guerra, es lógico que muera gente) que le da un punto a favor.

Como ya digo, el inicio prometía mucho más que un shonen genérico, pero aún siendo finalmente esto, resulta un anime ameno, ágil y que sabe como entretener y mantenerte interesado. No inventa la rueda, ni aporta nada significativo al género, pero al menos está bien llevado.

Nota: 7.50/10