miércoles, 12 de abril de 2017

Mi Top 10 de Eurovisión 2017

A falta de apenas unas semanas para la celebración del festival de Eurovisión 2017, que este año tendrá lugar en Kiev los días 9, 11 y 13 de mayo, yo ya tengo mis favoritas. En el vídeo que veréis al final de la entrada, tan sólo se ha hecho un Top 7 por exigencias del sistema de puntuación, pero aquí podréis ver algo más, ya que os dejo mi TOP 10, revisando por supuesto los 7 presentes en el vídeo. ¡Arrancamos!

10. F.Y.R Macedonia — Dance Alone


Reconozco que es una canción marchosa, alegre, positiva y semi-modernilla, se pega con cierta facilidad y es difícil que te suelte. Sin embargo, no araña más puestos en la lista porque se me termina haciendo muy repetitiva y el estribillo se me queda demasiado “tonto”.

9. Islandia — Paper


Me pesa y me duele que no esté más arriba, porque creo que es una de las canciones más infravaloradas de este año, pero es que no podía intercambiar ninguno de los siguientes puestos. Paper es un tema más que destacable, con una estética envidiable, una cantante con una marcadísima identidad, buena voz y una letra muy atinada.

8. Austria — Running on air


Nathan Trent tiene un carisma arrollador, y considero que esta canción es quizá la más próxima en cuanto a estilo a nuestro representante español. Sin embargo, mientras Do it for your lover se me queda algo floja, la apuesta de Austria me parece más sólida, más redonda, y por eso aparece en este puesto.

7. Moldavia — Hey Mamma


Como ya comento en el vídeo, en un año plagadito de baladas  y canciones lentas, apuestas como la moldava se hacen más necesarias que nunca si no queremos un festival de bostezos y carente de ritmo. Hey Mamma apuesta por la diversión más pura, con el estilo tan marcado y personal de SunStroke Project y su mítico saxofón.

6. Chipre — Gravity


Ay, Chipre. Una canción que me enamoró a primera escucha, pero que a medida que oía otras canciones y me iba encariñando iba descendiendo puestos en mi personal top. No me parece mal tema para nada, y a todos aquellos que lo escuchen por primera vez en directo seguro que les convence. Sin embargo, peca de una excesiva simpleza en su conjunto y puede llegar a cansar con cierta facilidad. Con todo, bien merece mi sexto puesto.

5. Azerbaiyán — Skeletons


Espero, de verdad, que pase a la final, pues me parece un muy buen tema. Quizá no sea fácil ni entre a la primera, pero su conjunto me parece de notable. La estética, la letra, la cantante y su peculiar voz, ese potente estribillo que remueve la canción. De verdad, este país nunca me decepciona.

4. Suecia — I can’t go on


Primer año que veo el Melodi, y he quedado maravillado. Qué alto nivel de producción, qué respeto al festival, qué grandiosidad a nivel técnico. Una pasada. Prácticamente todos los temas podrían ser llevados al festival y superarían con mucho a la media que hay este año. El afortunado ha sido Robin, con un tema que derrocha estilo, buen rollo, carisma y un baile tremendamente característico.
Sin embargo, permitidme añadir que Suecia hubiera arañado más puestos en este top si hubieran llevado a Mariette o a Wiktoria. No siempre se puede tener todo…

3. Francia — Réquiem


Francia es un país por el que yo personalmente no suelo dar un duro en Eurovisión. Sus temas me suelen parecer “blandos” y apáticos. Este año, sin embargo, considero que llevan un temazo fantástico. La decisión de cambiar el estribillo para anglosanizarlo quizá no ha sido demasiado correcta, pero en mí caso no me chirría tanto. Eso sí, obviamente el conjunto queda más armónico siendo todo en francés. Con o sin ese detalle, fantástica.

2. Suiza — Apollo


Amor a primera escucha, a segunda, a tercera… a todas. Me apasiona esta canción. Di tú que no inventa nada, ni innova, pero es tan, pero tan pegadiza, tan bonita, tan Eurovisiva. Si hubiera un manual de cómo hacer una canción para el festival, esta canción lo sigue al 100%. Precisamente por eso, se encuentra con tantos fans como detractores. Contadme entre los primeros.


1. Italia — Occidentali’s Karma


Indiscutiblemente, Italia se lleva la palma este año. Los astros se alinean para conformar el pack perfecto e indivisible. Un cantante con muchísimo carisma, una canción absolutamente brillante, una puesta en escena tremendamente acorde y buen-rollera y un baile y gestos que le van como anillo al dedo. Para mí, sin duda, el tema que merece la victoria este año.

¡Os dejo, ahora sí, el vídeo en el que debatimos estos y otros temas aportando opiniones muy diferentes!





Read more...

domingo, 9 de abril de 2017

Big Little Lies, lo que la verdad esconde

No siempre son necesarias múltiples temporadas y capítulos para contar una buena historia. Big Little Lies, la última producción de HBO, basada en el libro de Liane Moriarty con título homónimo, es una mini-serie de tan sólo 7 episodios que ha maravillado. ¿Cuál es su secreto?

Esta pregunta tiene más de una respuesta. Big Little Lies es la atinada mezcla de varios elementos que la convierten en un producto relevante, interesante y más que necesario actualmente.

Una gran verdad que conviene resaltar
Por un lado, su historia, acertadísima mezcla entre drama, thriller y humor negro. Como telón de fondo, tenemos un asesinato, dato que sabemos porque a medida que discurre la trama entrevemos pequeñas piezas en las que los habitantes del pueblo son interrogados acerca de ese hecho. Con ese hilo, logra mantenernos pegados a la pantalla, deseosos de saber quién ha sido el asesinado y quién ha cometido el crimen. Y, sin embargo, esto no es ni de lejos lo importante en la serie.

Para nada.

La clave vital de Big Little Lies es la multitud de temas que trata, con precisión quirúrgica, sutileza, savoir-faire y sin ser condescendiente ni edulcorar ciertas situaciones.
Así, por ejemplo, la serie trata temas como el acoso escolar en los más pequeños (que en el fondo es la base de la trama, el hilo del que luego se va tirando para descubrir los no pocos secretos de sus personajes), la infidelidad en el matrimonio, la paternidad, la violencia de género, el maltrato físico y psicológico, el snobismo, la educación, la presión social, la hipocresía de los pueblos pequeños y cómo a veces los padres no se dan cuenta de la enorme presión que imponen en sus niños para alcanzar sus objetivos.

Maravilloso personaje el de Witherspoon
Sin duda, otro de los elementos clave en la calidad de la serie pasa por su maravilloso elenco. Y ya no sólo me refiero al trío protagonista; una fantástica Reese Witherspoon, a la que es imposible no adorar incluso cuando se equivoca; una increíble e inesperada Shailene Woodley, que demuestra que no sólo es hábil en la interpretación de personaje más juveniles y cuyo papel es quizá uno de los más duros de la serie; o una magistral Nicole Kidman, que vuelve a brillar como ella sabe en un papel duro, crudo y llevado con suma delicadeza.

Sin embargo, también es justo destacar a Adam Scott, que demuestra que no siempre ser el marido perfecto te asegura nada en la vida; una increíble Laura Dern, madre fuerte, independiente e impetuosa que hará lo indecible por proteger a su hija, o el difícil papel de Alexander Skarsgard, que se pone en la piel de maltratador y logra una interpretación muy convincente.

Cuando los padres son peores que los hijos
La suma de todos estos ingredientes es lo que hace grande a Big Little Lies. El poso que deja en el espectador cuando ha finalizado, cuando todo llega a su fin, en una resolución consecuente y lógica que, sin embargo, quizá ha sido un pelín apresurada. Con todo, no es ni mucho menos óbice para dejar de darle una oportunidad a esta pequeña joya que, lo digo ya, es una de las mejores series de 2017, pese a que el año no haya llegado ni a su ecuador.

Big Little Lies es una oda a la vida sin secretos, a la fraternidad entre mujeres, la lucha por el verdadero bien común y la unión por la protección de nuestro futuro, que al fin y al cabo son los más pequeños de la casa. 

Una imagen vale más que mil palabras

Read more...

miércoles, 5 de abril de 2017

El ciclo narrativo de The Walking Dead

Recientemente hemos dichos adiós a una de las temporadas más aburridas polémicas de la serie de zombis de AMC. Es difícil, a estas alturas, defender ya la serie, pues han sido 16 episodios tremendamente irregulares, mediocres y en muchas ocasiones hasta forzados. Así, cabe preguntarse: ¿Debería ir terminando esta serie? ¿No quedan ya ideas por explotar ni re-visitar? ¿Da signos de agotamiento The Walking Dead?
A lo largo de este texto, intentaremos resolver estas y otras dudas acerca de la popular serie.

En primer lugar, creo que no debemos obviar al elefante en la habitación, y es que desde hace 3 o 4 temporadas el ciclo narrativo de la serie viene siendo el mismo, sin apenas cambios o diferenciaciones. La estructura de The Walking Dead ya no supone ninguna sorpresa para el espectador, que lleva viviendo las mismas situaciones argumentales desde hace años, a saber: nuestro grupo (prácticamente invariable, aunque siempre queda alguno por el camino) llega a un nuevo lugar, disponiéndose a transformarlo en un sitio donde quedarse y hacer vida como buenamente puedan. Sin embargo, shit happens en forma de alguna clase de némesis o alguna cagada que les obliga a irse del lugar y buscar un nuevo asentamiento. Y así constantemente. Es algo que lastra muchísimo la capacidad de sorprender de la serie, de innovar, de aportar algo distinto.

Yeah, like this season...
Y éste es precisamente otra de las lacras actuales de la serie: se ha perdido el factor de lo inesperado, la sorpresa que nos dejaba con el culo torcido. Desde hace un tiempo, los golpes de efecto de la serie se basan en escenas truculentas extremas y muertes de personajes sólo para provocar alguna clase de reacción en el espectador. Los guionistas están optando por los trucos fáciles, la magia de segunda, para intentar mantener a sus cada vez menos espectadores atados a la pantalla. Y algunos empezamos a ver esto, empezamos a cansarnos de que la serie se haya asentado en el recurso fácil, el guión efectista y manido.

Quizá por eso esta temporada haya sido tan soporífera, pero... ¿en qué momento se torció todo? Los primeros episodios de la serie resultaron hasta buenos, con un inicio espectacular, tenso, que recordaba a los buenos inicios de la serie. Sin embargo, a medida que se sucedían los capítulos íbamos perdiendo la fe, esperando alguna clase de giro o momentazo que nos mantuviera en vilo... y poco a poco, semana tras semana, descubríamos que este momento nunca llegaba.

La suerte de Carl... always. Y el tigre con conciencia
La serie se ha empeñado en intentar convencernos de la importancia de los personajes, decidida a otorgarles un trasfondo, llegando al innecesario extremo de hacer varios capítulos enfocados a sólo uno o dos personajes. Y para mí ha sido el gran fallo de la temporada. 
Ojo, cuidado, no digo que no sea vital y necesario para una buena serie asentar a sus personajes y proporcionarles contexto y circunstancias, pero lo que me ha parecido pueril ha sido hacer capítulos enteros sólo para uno de ellos. Bien se podría haber solucionado esto, intercalando por medio escenas en otros lugares, al fin y al cabo tenemos varios lugares importantes en esta temporada. Hubiera sido acertado poner menos el foco en un personaje y haberlo alternado con alguna escena que nos permitiera conocer la vida más a fondo en los otros asentamientos.

Otro aspecto que no ha ayudado a estos episodios de personaje, ha sido su duración. Casi 1 hora por capítulo en la mayoría de las casos. Me parece normal dedicarle mucho tiempo a un episodio si lo que vas a contar es importante o es necesario ese tiempo para preparar tramas o contextos. Pero me ha dado la sensación de que se podría haber contado exactamente lo mismo, sin perder un ápice, en menos tiempo, quizá los 40 minutos habituales hubieran sido suficientes.
Por poner un ejemplo, la duración de 1 hora del capítulo dedicado a Tara (personaje, por cierto, que cada vez me parece más irrelevante y que no creo que mereciera episodio propio para lo que se nos ha contado) ha sido tremendamente innecesaria. Muchos me dirán: <<Sí, pero ha servido para que conozcamos un nuevo asentamiento.>> 
Sí, eso hubiera molado si luego se le hubiera dado algún uso en el contexto argumental, más allá de que posteriormente Rick y los suyos las invaden para hacer uso de sus armas un poco por el morro. Y ya. Eso es todo. Pues no me cuela. Si presentas un nuevo recurso narrativo, al menos asegúrate de que luego va a ser relevante de alguna forma y no simplemente para ponernos en contexto un personaje que, repito, creo que no lo necesitaba.

Ya sabéis por qué esto va aquí
Podría alegar lo mismo de todos y cada uno de los episodios dedicados a un personaje. Incluso llego a pensar que este recurso, muy útil para rellenar capítulos, es una muestra de la falta de coherencia de ideas del guión, que no sabía muy bien todavía cómo llegar al clímax de esta guerra (pero de eso hablaremos luego).

¿Por qué ahora? ¿Por qué la serie se ha empeñado en que conozcamos mejor a Sasha, Rosita, Tara o Eugene cuando llevamos varias temporadas con ellos? ¿No se podría haber hecho antes? No, claro que no, porque era ahora cuando hacía falta llenar minutos. 
Por otro lado, este recurso me parece muy obvio, es lo típico de "vamos a hacer que el espectador conozca mejor a ciertos personajes para que luego den más penita al morir". Pero esto no debe presentarse de forma tan obvia, queridos guionistas. Debe ser sutil, el espectador tiene que encariñarse con ellos porque lo siente así, no porque se ha escrito un guion preparado y dispuesto para provocar ese golpe de efecto a posterior, perdiendo así toda emoción. A mí si me meten a calzador estos trasfondos, pues me voy a dar cuenta, y lo que ha conseguido es que la mayoría de episodios me parecieran un tostón.
Porque así no logro empatizar con nadie, porque estoy viendo el truco detrás del biombo, estoy dándome cuenta de las intenciones que hay, y eso no es lo que deberían hacer las buenas series.

He dejado para el final otro aspecto bastante decepcionante de esta séptima temporada de TWD, y ha sido su final. Normalmente la serie nos tiene acostumbrados a finales muy bien escritos, cargados de emoción y tensión. En esta ocasión a mí se me ha quedado todo a medio gas, la verdad. La guerra prometida no ha sido más que un altercado introductorio para la guerra real que, dicen, vendrá en la siguiente temporada.

Un aplauso para los guionistas, por favor, por lograr que los espectadores nos tragáramos una mediocre temporada para luego decirnos que esto había sido el principio, que lo bueno viene después. O sea, que entonces me he tragado ya lo malo.
Pues yo estoy cansado, estoy harto de temporadas así de malas para que luego me vendan otra vez el hype y el humo, que por cierto no siempre se cumple. 

Por el momento, el showrunner de la serie ha prometido que la octava temporada será "más grande e intensa". Nos ha jodío el chaval, esto no es muy difícil teniendo como antecedente semejante descalabro de temporada.

Hablemos de esa "guerra" del episodio final. Una guerra de traiciones, una muerte asegurada y predecible y un enfrentamiento pretendidamente épico, recalco lo de pretendidamente. Ha sido un golpe fácil, una sorpresa tonta. Ha habido escenas totalmente risorias. 
¿Por qué, si tenían a Negan a tiro varias veces, nunca llegan a apretar el gatillo? Porque la serie no está preparada todavía para dejar de explotar a uno de sus mejores villanos, lo sé, pero entonces no plantees estas situaciones absurdas.
¿Por qué el tigre tiene conciencia del bien y del mal y sólo ataca a los "malos"? Eso me ha hecho mucha gracia, y no para bien.
¿Por qué los traidores han esperado al final para revelar su oh, malvada traición? Si trabajaban con Negan, bien podrían haber terminado antes con todo en lugar de alargar esa situación de forma tan absurda.
Por otro lado, no me gusta nada lo que la serie está haciendo con Michonne, relegándola a una mera comparsa de Rick cuando ella ha demostrado mil veces lo fuerte e independiente que es. ¿Es necesaria esta relación? No, para nada, y menos si va a condicionar a un personaje como ella.

En definitiva, un servidor ha perdido las ganas, el interés y la motivación por esta serie. Todos aquellos que defienden esta temporada escudándose en el "es necesario", "tenemos que conocer a los personajes", "es pura psicología". ¿Queréis una serie de personajes bien hecha y pura psicología? Skins es un perfecto ejemplo, pero por favor, no al postureo de defensa de TWD. Cuando es una buena serie, me parece justo aclamarla. Cuando no lo es, me parece inútil defender una temporada que fácilmente está, junto a la Granja, entre las peores de toda la serie.

Por mí parte, que no cuenten conmigo para la guerra. He dado ya demasiadas oportunidades a una serie que ya no me gratifica. Cabría finalizar planteándose si, en el fondo, los verdaderos muertos vivientes han sido los espectadores de esta temporada, que entre bostezo y bostezo buscaban algo de "cerebro" en una trama decepcionante y plana.

Read more...

  © Blogger templates The Professional Template by Ourblogtemplates.com 2008

Back to TOP